El propósito de este texto es introducir una categoría clave para el análisis de la equidad de género en salud: los sesgos de género. Si la existencia de sesgos sexistas es responsable de las desigualdades en salud, se busca resaltar la ausencia de sesgos de género’ como condición para el avance de la equidad
sanitaria.
Sobre determinantes biológicos y sociales de la salud
Existen diferencias entre los sexos en el modo de envejecer, enfermar y morir; diferencias que no se reducen solo al sexo biológico, sino también a causas sociales. Por supuesto en salud la biología importa, pero no todas las diferencias biológicas significan per se causas biológicas. Se requiere explorar también cómo las construcciones sociales de género (y las de clase, etnia/raza, orientación sexual y otras categorías de estratificación social) interactúan con la biología y determinan las diferencias en cuanto a necesidades de salud, oportunidades, capacidades, acceso a recursos y servicios y participación en la toma de decisiones, lo que implica atender a los sesgos y a la desigualdad e injusticia resultantes.
En los casos en que las diferencias biológicas entre los sexosinteractúan con factores sociales determinantes para definirnecesidades diferentes de mujeres y hombres en el campo de la salud(de las cuales la más obvia es la maternidad), la equidad de géneroexigirá un trato diferente de las mujeres y los hombres que seasensible a estas necesidades. Por otro lado, en los casos en que nohaya ninguna razón biológica verosímil para que los resultadossanitarios sean diferentes, la discriminación social se deberíaconsiderar como el principal sospechoso entre las causas de losresultados sanitarios diferentes e inequitativos. En el último caso, laequidad en salud requerirá políticas que promuevan resultadosiguales, incluso el tratamiento diferencial para superar ladiscriminación histórica (p. 30)1.
